Hay varias personas de quienes aprendí mucho en mi vida, pero la persona que marcó el camino que iba a tomar profesionalmente se llama Oscar Turquet.
Fue él quien me enseño los fundamentos principales del desarrollo de software. Aún hoy sigo utilizando su ejercicio de crear un algoritmo que encuentre los primeros 500 números primos (con sus posteriores optimizaciones) cada vez que quiero enseñarle a programar a alguna persona.
Pero lo más importante que me enseñó fue aquello de que: “Cuando las cosas se ponen complicadas, hay que volver a la definición del problema.”. Muchas veces la definición misma contiene la clave de la solución.
Oscar Turquet estuvo presente, como no podía ser de otra forma, en uno de los días más importantes de mi vida (como se ve en la foto).