lunes, noviembre 22, 2004

Administración de errores (parte 1)

Nuestro trabajo exige constantemente tomar decisiones. Una de las más importantes es decidir si vamos a administrar errores o no.
Podemos decidir no hacerlo, de hecho podemos definir, en ASP.NET, una página a la que nos debe redirigir la aplicación en caso de error.
Si decidimos administrar errores debemos saber que es toda una responsabilidad. Pocas cosas suponen un riesgo superior a administrar mal los errores de nuestra aplicación.
Empecemos por el principio (que es, generalmente, el mejor lugar para comenzar). Un error es una excepción que no previmos que podía suceder. Lo mejor y menos peligroso que nos puede suceder cuando se produce un error, es que nuestra aplicación interrumpa su ejecución pues, en caso de continuar, estaría ejecutando en “estado de error” y las consecuencias son difíciles de imaginar.
Un amigo me contó la historia del "Medidor de Presión". Imaginemos una caldera que tiene un medidor de presión. Este tiene unos números sobre un fondo blanco y, a partir de cierto valor, otros con fondo rojo que indica peligro. Cuando la presión supera la línea roja suena la alarma. Cuanto más tiempo transcurra la aguja en la zona de peligro más posibilidades hay de que explote la caldera.
Lo mismo sucede con nuestras aplicaciones. Cuanto más rápido salgamos del "estado de error", menos peligro correremos.

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